Escrita finales de la década de los cuarenta y publicada unos cuarenta años después, bajo el seudónimo de "María Ecín", esta novela alcazó entonces un gran éxito de crítica. Considerada por Mercedes Salisachs como su primera obra literaria, Primera mañana, última mañana se debate entre una realidad casi irreal y una ficción próxima al realismo. Sin pretender ni mucho menos escribir una novela futurista, la autora intentó dar entonces una visión personal bastante cruda y a veces descarnada de lo que podría llegar a ser el hombre del futuro; un personaje que hoy no se nos antoja excesivamente insólito pero que cuando fue concebido constituía una ruptura de los moldes sociales del momento. En esta primera obra suya, Mercedes Salisachs anticipa ya con su singular fuerza narrativa los grandes temas que mas tarde la harían célebre.