Un hombre y una mujer, que coinciden en un lugar de la Costa Brava, evocan por separado, y en el transcurso de unas horas, momentos cruciales de sus vidas.
Unidos los dos por una tragedia común, pero distanciados por incompatibilidades insalvables, van recorriendo mentalmente todas las circunstancias que les llevaron a la separación definitiva.
Pero esta situación concreta es tan sólo un punto de partida, puesto que al poder mágico de la evocación y el recuerdo se añade aquí la fuerza y la complejidad de una realidad insólita: la que se deriva de la extraña comunicación que a veces existe entre dos seres que se gestaron en la misma placenta. Esta historia, apoyada en un hecho verídico, adquiere en esta obra de Mercedes Salisachs unas dimensiones fascinantes, ya que los sutiles y misteriosos lazos que unen a la protagonista con su hermana plantean en términos profundos y complejos el difícil problema de las relaciones humanas, problema que adquiere aquí unas dimensiones trascendentales en las que el eterno juego de las pasiones, amor, odio, incomprensión, tolerancia y generosidad, se manifiesta en planos de muy diversa hondura.
La habilidad de la autora le permite jugar con el tiempo, con la realidad y con la fantasía, sin perder nunca el dominio de un esquema en el que, finalmente, se acoplan las diversas piezas de este "puzzle", a través del cual el lector se ha aproximado a ese enigma del propio conocimiento, y del conocimiento de los demás.